Ubicada en la urbanización de la Albarossa, en la parte más alta de Viladecans y mirando al sureste con vistas hacia el Mediterráneo. Desde la casa puede verse desde la Montaña de Montjuic hasta el Garraf. Una vista panorámica a toda la playa de Barcelona. A tan sólo treinta minutos del centro de la ciudad de Barcelona y a 16 minutos del Aeropuerto. Prácticamente a quinientos metros del pueblo de Gavá.
En una zona muy tranquila de grandes casas residenciales construidas durante la segunda mitad del siglo XX, como una de las mejores zonas de Viladecans. Uno de los municipios emergentes en el área metropolitana de Barcelona junto a Castelldefels y Gavá, aunque menos dedicado al turismo. Allí encontramos el Viladecans Business Park, además de centros comerciales, estación de tren y autobuses directos a la playa y a Plaza Cataluña.
La casa está construida en una gran parcela esquinera, con entrada por dos calles, una de las cuales es una pequeña y discreta. Debido a la construcción en la pendiente de la montaña, la entrada por una calle abre a la planta principal mientras que la otra calle nos lleva a la planta de garaje y sótano de la casa. Toda la casa, en todos sus niveles, está rodeada de terrazas, algunas cubiertas, y pequeños fragmentos de jardín, creando un entorno agradable.
Construida originalmente en 1964, la actual casa conserva muy poco de aquella construcción original, después de la completa reforma que se le hizo en 1998 quedó con un aspecto más actual y una distribución más moderna.
La planta principal nos abre a un gran recibidor señorial con la escalera que sube a la gran suite de la planta superior. A la derecha quedan los tres grandes dormitorios que se encuentran en la planta principal y que comparten un gran baño. Al frente, al cruzar el recibidor, entramos en el salón con chimenea y suelos de ajedrez rojo y beige. Un salón con forma de ele, donde en el extremo encontramos la mesa de comedor, junto a la puerta de la cocina. La cocina es un gran espacio cuadrado con dos lados de encimera de mármol donde poder cocinar cómodamente, ventana al exterior y puerta a una de las terrazas cubiertas, con espacio para una gran mesa de comedor y barbacoa. Además, desde la cocina puede accederse a la planta del sótano.
La planta superior de la casa nos esconde un gran dormitorio de treinta metros cuadrados con un gran baño propio y armarios empotrados. Es, sin duda, la habitación con mejores vistas de la casa, ya que por su altura dispone de una vista incomparable hacia el puerto y el aeropuerto así como la playa.
En la planta sótano de la casa se encuentra una gran sala de ocio con despacho y un dormitorio para el servicio. Además encontramos un espacio polivalente junto al garaje para dos coches, que se usa habitualmente para fiestas y grandes banquetes en reuniones familiares.
La piscina de la casa se encuentra al nivel de la planta sótano y está cubierta con un cierre que permite dejarla completamente abierta o cubrirla como si fuera un invernadero para mantener mejor la temperatura y alargar la temporada de baño.