El encargo consistió en proyectar dos casas en parcelas contiguas para dos hermanos gemelos y sus familias. Con lo que se propusieron dos casas parecidas, pero no iguales, variando en función de las diferencias en la manera de vivir de sus propietarios y de las diferencias de las condiciones del emplazamiento.
A nivel formal el proyecto se disgrega en piezas de menor tamaño, adoptando una escala más humana y para dotar a todas las estancias de vistas y de luz solar.
En cuanto a la materialidad, en un entorno de baja densidad y de mucha vegetación se apostó por combinar materiales tradicionales – ladrillo y madera – combinándolos con materiales más contemporáneos como son el hormigón visto y el vidrio. La materialidad de la planta baja se diferencia de la primera, incorporando al proyecto una componente horizontal y para contribuir a una percepción más intima de las casas.