Situada en una de las calles más transitadas de la ciudad de Barcelona, con miles de turistas todos los días del año, y uno de los ejes gastronómicos de la ciudad. Allí encontramos números restaurantes, donde en muchos de ellos elaboran especialmente la paella, el plato estrella y principal atractivo de la gastronomía española, especialmente de la costa mediterránea. El restaurante que nos ocupa cuenta con una de las mejores, reconocida y merecida, fama en lo que a su elaboración se refiere, especializada en en este plato ofrece gran variedad y ha mantenido en su trayectoria una impecable calidad.
Calidad que acompaña su excelente cocina, renovada completamente hace diez años y hecha completamente a medida con un diseño personalizado para obtener los mejores resultados. Unas instalaciones amplias y ordenadas donde cuenta con tres grandes cuartos neveras, donde se separa el pescado, la carne y las verduras, además de un gran congelador, y de espacio de almacenaje y producción, ya que además de restaurante dispone de licencia para la producción y elaboración de comida para el exterior. Todo con modernos sistemas de ventilación y refrigeración.
La cocina y todas las instalaciones se encuentran en la planta sótano, dejando la planta a nivel de calle para las mesas de los comensales, la barra y los aseos, adaptados para cumplir la normativa más reciente. Dispone de una escalera y además un montacargas que comunica las dos planas.
A estos elementos se suman su excepcional ubicación, en un local con fachada a tres calles y grandes ventanas exteriores en forma de u que le dan mayor visibilidad y publicidad al local. Además de contar con una gran terraza para numerosas mesas.
El Paseo Juan de Borbó es un gran paseo que recorre separa el barrio de la Barceloneta con el puerto deportivo de Barcelona y que discurre desde el final de la Via Laietana hasta la playa de la Barceloneta. Siendo la zona más baja del barrio Gótico es donde confluyen, tarde o temprano, todos aquellos turistas que recorren la ciudad y quieren terminar en la playa.
El negocio se traspasa por jubilación y ofrece una amplia prórroga del contrato del local, además de contar con todos los permisos y licencias al día y actualizadas.
Con una más que asegurada explotación y rentabilidad el restaurante ofrece una apuesta segura tanto con la intención de continuar con la actividad como de montar su propio restaurante.