Situada en una zona residencial pequeña, discreta y tranquila, conocida por unos pocos afortunados. El Mas Romeu Residencial está alejado de la ruidosa muchedumbre de turistas que cada año acuden a uno de los emblemas de la Costa Brava. Elevado sobre la montaña ofrece una magnífica luz durante todo el año y permite contemplar unas vistas amplias del pueblo y la playa.
Rodeado por casas unifamiliares residenciales, y a escasos metros de unos de los mejores restaurantes de la zona, el Restaurant Mas Romeu. Ofrece, muy cerca de la casa, lugares para compras y ocio, pues en la carretera principal, a 5 minutos andando, hay varios gimnasios y supermercados. Teniendo así los beneficios de una zona residencial y tranquila, y a su vez, las ventajas de encontrarse junto a un eje comercial.
De hecho, el núcleo urbano de Lloret de Mar está escaso kilometro y medio de la vivienda. Y, a menos de tres kilómetros desde la puerta de la casa hasta la playa de de Fenals de Lloret de Mar, una de las más bonitas y codiciadas por su amplitud, la tranquilidad de las aguas y el hermoso paisaje que la rodea.
Reformada completamente de los pies a la cabeza, como si se tratara de una obra nueva. Suelos, techos, instalaciones, todo ha sido actualizado y modernizado con materiales de calidad y ampliando los espacios de la casa para convertir las pequeñas habitaciones en grandes dormitorios dobles.
Al entrar en la casa, lo hacemos a un pequeño recibidor, a la derecha del cual encontramos el primer dormitorio. Prácticamente cuadrado, de unos veinte metros cuadrados ofrece un gran lugar para la cama de matrimonio y abundante espacio a su alrededor. Con su propio baño, muy amplio y moderno con ventana al exterior. El dormitorio cuenta con una gran ventana que sale a un balcón exterior desde se contemplan las vistas de la casa, un entorno verde y arbolado de frondosos pinos donde empieza la montaña.
A la izquierda del recibidor de entrada, accedemos al comedor. Un espacio amplio con dos ventanas con vistas a los árboles. Desde el salón conectamos con el aseo de cortesía y con la cocina, aún por terminar. También desde el salón bajamos a la planta baja de la casa.
Al bajar las escaleras nos encontramos con un gran salón, que más bien parece propio de una sala de fiestas. Un espacio muy amplio dividido en dos partes, una cuadrada y otra curva que forma un semicírculo rodeado completamente de ventanas. Pese a lo grande que es, ofrece luz abundante gracias a la cristalera curva. El suelo forma un elegante mosaico con tonos naturales de madera y piedra a fuerza de juntar baldosas más grandes con otras pequeñas, como si fueran retales de sobras. Un extravagante puzle que hipnotiza a la vista.
En la planta baja encontramos el segundo dormitorio, amplio de forma rectangular dispone de un cuarto vestidor y un elegante baño propio.
Desde la planta baja accedemos a una escalera exterior que baja al jardín de la casa, al cual se accede también por el lateral de la casa si la rodeamos desde la entrada principal de la calle. El jardín es lo bastante grande para albergar una piscina, aunque por el momento no la hay. Desde el jardín encontramos acceso a otro gran dormitorio también con baño propio. Ideal para invitados, pues tiene su propio acceso sin entrar en la casa. Además de este dormitorio, hay una gran habitación por el momento desnuda, ideal para convertirla en una zona de aguas, con bañera de hidromasaje, sauna, o gimnasio.
Se trata de una casa acogedora y moderna, muy funcional, con espacios abiertos y tres dormitorios dobles con baño propio. Calefacción de gas por radiadores de agua y aire acondicionado. Cerca de la playa. Preparada para entrar a vivir o veranear.