Situada en a pocos kilómetros de Tossa de Mar y próximo a Sant Feliu de Guixols, encontramos una pequeña urbanización privada de pocas casas increíbles dentro de un complejo hotelero completamente cerrado y vigilado durante todo el año. Durante la temporada de verano, en el complejo hotelero pueden encontrarse toda clase de servicios y actividades, desde supermercado, restaurante, gimnasio, pistas de tenis, piscina, discoteca, bar, actividades dirigidas, etc. Incluso un autobús directo a Tossa de Mar cada 30 minutos.
Todas las ventajas de vivir en un resort, pero con una distinguida propiedad de 2600 metros cuadrados de parcela, donde se encuentran dos casas independientes, una de las cuales está dividida en dos apartamentos diferentes. Pensado para ocupar a tres familias de forma independiente.
Todas las casas de la zona han sido construidas con piedra natural, creando un estilo sólido y categórico en las propiedades de la zona, integrado en el paisaje rocoso donde se encuentran, justo al borde de un acantilado.
La situación de la parcela y las casas es extraordinaria, con unas vistas de 180 grados al mar y a la Cala Giverola, que da el nombre a la urbanización. Desde una de las casas puede controlarse el puerto deportivo y la playa.
Las casas son de estilo rústico mediterráneo, originales. Se encuentran en muy buen estado. Aunque una renovación interior de las casas acabaría de conferir a la propiedad un nivel inigualable. Por su situación, tanto paisajística, como en una urbanización privada con acceso casi privado a la playa.
El interior de las casas cuenta con una distribución singular, pensada para aprovechar las vistas, construidas casi en círculo, con terrazas sobre el mar.