Ubicado en una localización excepcional en mitad del Eixample. En el cruce de dos de sus calles más especiales y reconocibles. La calle Enrique Granados, convertida en una de las más tranquilas y un lugar de paso para peatones, prácticamente sin circulación de coches. Y la calle Aragón, la artería principal de la ciudad de Barcelona.
En este cruce de caminos se encuentra una gran plaza en forma de parque triangular a lado y lado de la calle Aragón. En una de las esquinas encontramos este gran local de más de 400 metros cuadrados divididos en dos plantas y con una gran fachada de cristal que sirve como escaparate a nivel de calle y unos grandes ventanales en la planta superior.
La finca data del año 1970 y se trata de una construcción moderna con espacios diáfanos y abiertos. Consta de dos escaleras que comunican ambas plantas.
Actualmente, utilizado como espacio cultural, en la planta baja se encuentra un gran espacio en forma de abierto pasillo que se utiliza para exposiciones. Además un cuarto cerrado junto a la entrada y un despacho al fondo.
En la planta superior además del espacio para exposición se encuentran varios despachos así como almacenes. Toda la construcción divisoria de los espacios interiores es movible, por lo que pueden hacerse y deshacerse más despachos a necesidad. Actualmente y por necesidades de la actividad actual del local, las ventanas del piso superior están tapadas para evitar la luz, pero podrían abrirse creando un espacio muy luminoso y atractivo.
Entre las posibilidades que tiene puede convertirse en una gran oficina abierta al público, una tienda o galería. Aunque en la actualidad no dispone de salida de humos, tiene la posibilidad además del permiso del ayuntamiento para ello. Por lo que sus posibilidades aumentan.
La mejor opción para nosotros, gracias a que dispone de salida de humos, es convertir el espacio en un gran restaurante con entrada a dos calles, una gran fachada exterior que lo ofrezca luminosidad a los espacios interiores.