Situado entre Blanes y Tordera, en la frontera entre la costa Brava y el Maresme, encontramos una zona repleta de Masías típicas catalanas muy bien conservadas, en un paisaje tradicionalmente agrícola.
Encontramos una de estas masías, renovada completamente, tanto en sus estructuras, como su exterior, instalaciones y acabados interiores. Se ubica en una gran parcela con un gran jardín, dos hectáreas de viñedo, piscina, huerto, árboles frutales, bodega y casa para invitados. Rodeado de verdes montañas y con el mar a pocos kilómetros. Disfrutando así de la ventaja de tener una gran casa equipada para disfrutar en familia, la privacidad de la montaña y la proximidad a la Costa Brava.
La construcción principal se ubica en la parte sur del límite de la parcela. Al norte encontramos el campo de futbol, la casa de invitados, los establos para caballos y una gran jaula para pájaros donde encontramos pavos reales. La parte suroeste de la parcela está ocupada por el jardín y la piscina. Mientras que la parte sureste es donde se encuentra la huerta y el invernadero. La parte noreste es la más extensa ocupada por los viñedos, con diferentes tipos de uva, dando lugar a la producción de los tres tipos de vinos: blanco, rosado y tinto.
La elaboración del vino se realiza en una pequeña bodega anexa a la casa, con parees de piedra, en un cuarto con barricas de madera que cuenta con aire climatizado para mantener la temperatura en caso de temperaturas extremas en el exterior.
La masía se ha reformado con un estilo rústico y acogedor, manteniendo a la vista algunos de los detalles que la hacen más característica, como son las paredes de piedra, visibles especialmente en el piso superior y la fachada exterior de la casa.
En la planta baja entramos a un gran recibidor, propio de este tipo de propiedades. De frente, encontramos la zona de dormitorios, con tres dormitorios y un baño. Cruzando el recibidor hacia nuestra izquierda entramos en el salón comedor, que conecta con la cocina. Ambos espacios cuentan con varias ventanas que les permiten salir a la terraza exterior. La fachada sur y oeste de la casa, está rodeada por una terraza cubierta, con varias tumbonas y mesas, gracias al ello nos permite hacer vida en el exterior durante gran parte del año. Además dispone de un pérgola abatible que ofrece cubrir gran parte de la terraza, si la ocasión lo requiere, dando espacio para un gran número de comensales. En la planta superior de la casa se encuentran dos dormitorios amplios, cada uno con su baño.
A poca distancia de la casa principal, cruzando el viñedo o la pista de tenis, encontramos la casa de invitados, con tres dormitorios pequeños un baño, salón y cocina. Utilizada cuando hay numerosos invitados en la casa. Aunque bien podría ser un espacio ideal para los masoveros que cuiden la propiedad durante el año.