El inmueble está situado frente a la estación de Francia, entre el Passeo de Picasso que recorre el Parque de la Ciutadella en su lateral sur y la calle del Comerç, una de las calles principales del Borne donde se encuentran muchos comercios y restaurantes. Una posición en el límite del barrio del Borne y la Barceloneta, estando la playa de Barcelona a tan sólo cuatrocientos metros. El barrio del Borne es uno de los lugares favoritos tanto por los turístas como por los vecinos de la ciudad, puede decirse que es el barrio de moda en estos momentos gracias a la gran actividad que ahí encontramos. Gracias a encontrarse a las afueras de ese barrio resulta un piso muy tranquilo a la vez que situado a dos calles del corazón de este barrio, el Paseo del Born donde se encuentra la Basílica de Santa María del Mar.
Justo detrás del edificio donde se encuentra el inmueble está el Mercado del Borne, un mercado histórico convertido ahora en un centro cultural de referencia en la ciudad y de paso obligado para los turístas.
El Paseo de Picasso y la Ciutadella son un lugar muy agradable para pasear. Es el mayor parque de la ciudad con una gran extensión donde se encuentran diferentes museos, así como el Zoo de Barcelona.
El inmueble es de planta alargada y su superficie ocupa desde la fachada delantera del edificio hasta la parte trasera de este donde se encuentra una pequeña terraza. La parte frontal que da la calle dispone de dos grandes ventanales en forma de arco y que dotan el espacio de luminosidad.
En estos momentos el inmueble se encuentra completamente para reformar. Se ha dejado al desnudo su estructura esencial, quedando los techos de bóveda y las paredes de ladrillo a la vista. Únicamente los muros de carga quedan en pie y se han eliminado las medianeras que separaban las antiguas habitaciones. Aún quedan dos columnas de metal puramente decorativas que pueden eliminarse para crear amplitud al espacio, o dejarse si se opta por una decoración que las integre.
La idea es que el inmueble ofrezca a su propietario cuantas más posibilidades para su decoración y transformación. La disposición de sus espacios interiores quedan totalmente a elección y preferencias del propietario.
La terraza interior del inmueble queda en un nivel inferior, pero gracias a que el piso inferior ha cerrado las ventanas que daban a la terraza, esta puede cerrarse para quedar al nivel del inmueble, dándole más comodidad y uso.
La entrada del edificio es elegante y característica, típica de una finca régia con clase y categoría en su momento.
El inmueble resulta un lugar especial por el lugar donde se encuentra y por las posibilidades que ofrece su reforma interior pudiendo darle una clase acorde con el edificio y el lugar donde se encuentra.