Situado en la primera línea de mar de Playa de Aro, en un edificio con salida directa al Paseo Marítimo, con entrada desde una plaza privada con pocos vecinos, pero con la ventaja de salir directamente a una zona de restaurantes.
Una de las mejores playas de la costa brava, por la tranquilidad de sus aguas y por la extensión de su arena y su paseo, ideal tanto para bañarse como para pasear.
El edificio dispone de tres ascensores para permitir fácilmente la movilidad en su interior, ya que hay quince plantas. El apartamento se encuentra en la planta trece por lo que una vez arriba queda completamente aislado de todo y únicamente ve el mar extenderse hasta el infinito.
Al entrar nos abre un pequeño pasillo a modo de recibidor en el que encontramos de frente el salón comedor. Aunque no muy grande, tiene un tamaño ideal tanto para el que vive allí todo el año como para el que lo utiliza para fines de semana y vacaciones. Cuenta con un gran mueble para televisión, librería y almacenaje para platos, etc. Y un sofá de buen tamaño.
Entrando al apartamento a la izquierda se accede a la cocina, alargada con puerta acristalada hacia el lavadero. Dispone de espacio para 8 módulos, por lo que armarios no le faltan. Gracias la orientación que tiene y la salida al lavadero tiene luz natural durante el día.
Y, entrando hacia la derecha, se encuentra la zona de dormitorios. Ambos dormitorios son dobles, con armario empotrado y con ventana al exterior. El dormitorio principal cuenta con un pequeño baño propio. Mientras que el otro dormitorio tiene que utilizar el segundo baño del piso, utilizado también como baño de invitados, por la ubicación que tiene.
Desde el salón y desde el dormitorio principal se sale al balcón frontal al mar. Con espacio suficiente para ubicar allí una mesa desde la que disfrutar del privilegio de encontrarse rodeado únicamente por la vista al mar y escuchar tan sólo el sonido de su oleaje.
Gracias a la construcción moderna del edificio, las ventanas a fachada son amplias, ocupan toda la pared, por lo que la vista al mar desde el salón y el dormitorio es completamente panorámica también desde el interior del piso. Así mismo, en caso de que alguien quisiera hacer una reforma, tan sólo hay que respetar el pilar central del piso, el resto de elementos pueden modificarse sin peligro de encontrar elementos estructurales.
En todo caso, el apartamento fue reformado hace quince años y se encuentra en muy buen estado. Todo el suelo, excepto baños y cocina, es de parquet, el cual da una sensación cálida y acogedora. El edificio no dispone de plaza de aparcamiento, por lo que la plaza de aparcamiento incluida en el piso se encuentra en el edificio vecino, a cruzar la calle.